En China no parece haber tanto respeto al monopolio Google, pues han atacado ferozmente su plataforma que no es de buscador, como pretende hacernos creer, sino de negocios.

Ya han amenazado con retirar su producto de ese país. La verdad, desconozco los problemas que esa acción ocasionaría, muchos, aunque en contra, no han tenido más remedio que negociar con Google, con todos sus productos, map, analytics, Afnroid (sistema operativo), Chrome (browser), etc.

Hay demasiado en juego y por más anarquismo y rechazo que sienta con las empresas que son rapiñeras, no puedo dejar de preguntarme qué males atraerá si alguna de sus estructuras de negocios desapareciera.

Sin darnos cuenta dependemos demasiado de ello.

Sobre todo porque el tipo de ataque no me gustó nada. Según afirma Google intentaron penetrar sus sistemas de registros de mails, específicamente buscado ciudadanos disidentes con el gobierno Chino.

O es una excusa de Google para justificar el retiro de sus oficinas y operaciones de ese país y hacer la vista gorda con los miles de compromisos adquiridos en negociados, o es verdad, en cuyo caso coloco mi ficha para Google.

Nos e puede permitir semejante monstruosidad.

Hay que dar un mensaje claro y contundente: hay cosas sagradas y la privacidad de los usuarios es una, aunque tantas veces se vulnere.

La costumbre de ignorar la ética concreta no declara el libre uso de los datos de nadie.

Dicen que China tiene más de 380 millones de internautas, si una empresa deja pasar semejante número de “clientes”, se me ocurre que hay detrás algo más peligroso que lo que se muestra o dice.

Y ese número representa sólo el 30 % de la población de China, con un incremento en los negocios en el año 2008 del 41%, además de ser el país que mayores negocios electrónicos maneja.

¿Quién se pierde semejante bizcochuelo por una “penetración” a la base de datos de mails?

Yo qué sé, tengo fama de desconfiando y lo soy, pero no me cierra.